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En la época clásica Bretaña estaba en la periferia del mundo civilizado, las visitas de Julio César a la isla en 55/54 BC fueron vistos como un audaz viaje hacia lo desconocido. Pero en el 43 dC, la isla fue invadida por los soldados romanos bajo el emperador Claudio, y que iba a pasar los próximos cuatro siglos como una provincia romana. Los romanos construyeron ciudades, caminos y casas de baños grandes, las ruinas de los cuales aún se pueden ver hoy en día. Con la caída del poder romano en ataque germano, las migraciones tribales en Gran Bretaña comenzó a mediados del siglo quinto. Las primeras llegadas fueron invitados por un jefe británico para defender su reino contra los pictos y los escoceses. Estos mercenarios eran de los primeros tres tribus: los anglos, sajones, jutos y - los cuales estaban ubicados en las costas del noroeste de Alemania. Con el tiempo, estos pueblos que se derrocar el orden existente, y Gran Bretaña pasaría muchos siglos divididas entre varios reinos en guerra, como Mercia, East Anglia, y otros. La primera entidad política que con razón se podría llamar "Inglaterra", formado a partir de los esfuerzos del reino de Wessex para unir la isla contra la invasión de los daneses y los vikingos en el siglo noveno. Pero la dominación Inglés fue fugaz, la posterior conquista normanda (1066) dio lugar a la subordinación de Inglaterra a una aristocracia franca, y la introducción del feudalismo a las islas.
La invasión normanda a Inglaterra de reorientar el mundo escandinavo con el Mediterráneo, y reintrodujo muchos elementos de la cultura latina que había sido perdido en las invasiones germánicas. Los normandos Inglés con el tiempo daría lugar a una línea puramente británica de los reyes, los Plantagenet. Tres siglos más tarde, las Guerras de las Rosas fue la lucha final entre el Yorkist y los descendientes de los Plantagenet Lancastrian para el control del trono. Cuando Enrique Tudor, conde de Richmond, se apoderó de la corona en 1485, dejando a la Yorkist Ricardo III, muerto en el campo de batalla, los ingleses pocos habrían predicho que 118 años de dominio Tudor había comenzado. Isabel I (1558-1603) demostró ser el monarca Tudor más capaces. Ningún observador en 1558, al igual que en 1485, hubiera predicho que a pesar de la discordia social, la humillación política vacilante, e internacional de las últimas décadas, el reino nuevo de pie en el umbral de una época extraordinaria. Su reinado marcó el comienzo de dos siglos de exploración británica, la colonización, y los avances artísticos e intelectuales. Cuando Isabel, la "Reina Virgen", murió sin descendencia, el Parlamento ofreció la corona a la más cercana parientes consanguíneos, James VI de Escocia, que se convirtió en Jacobo I de Inglaterra (1603-1625) y fundó la dinastía de los Estuardo. Los reyes Estuardo no poseía la mejor de las suertes, Carlos I fue derrotado por las fuerzas del Parlamento en la Guerra Civil Inglés y ejecutado, y apenas cuatro décadas después, su descendiente Jacobo II fue derrocado también en la "Revolución Gloriosa" de 1688. Pero a pesar de toda esta turbulencia, en 1700 Inglaterra se había fusionado con Escocia para convertirse en "Gran Bretaña" y se estableció una identidad que sería a la vez protestante y Parliamentry.
El Imperio Británico iba a ser uno basado en el comercio y el control de los mares. Uso de los soldados comunes denominados "casacas rojas", todos los principales Bretaña dedicada a la guerra durante los siglos 18 y 19 aumentó su poder colonial. La Guerra de los Siete Años fue particularmente notable en este sentido, y también lo fueron las guerras napoleónicas. En 1820 la población total del Imperio Británico fue de 200 millones de dólares, un 26%% de la población total del mundo. Sin embargo adquirido, todas estas adquisiciones añade a la de la corona y el poder del país y su reputación. Para los privilegiados y los ricos, la época victoriana era eminentemente de confianza y arrogancia, bajo la hábil dirección de dos antiguos primeros ministros de Gran Bretaña, Gladstone y Disraeli. Se extiende desde Australia y Nueva Zelanda a través de la India, gran parte de África, y Canadá, el Imperio Británico en Victoria fue realmente una en la que el "sol nunca se ponía".
Sin embargo, el" verano de la paz "llegó a su fin en el baño de sangre de Flandes. Aunque Gran Bretaña sufrió daño físico mucho menor que la de Francia y se sometió a una revolución política, la Primera Guerra Mundial pudo haber afectado a más fundamental que cualquier otra potencia europea. La guerra fue un catalizador para el cambio social y económico. Los pilares de la Revolución Industrial, tales como la minería del carbón, la producción textil y la construcción naval, en la que se había construido la prosperidad británica, estaban ahora empobrecidos o redundantes. Gran Bretaña era lento para desarrollar muchas de las industrias manufactureras más nuevos, como los relacionados con productos químicos, productos electrónicos y automóviles. La política exterior británica durante gran parte del período de la posguerra dirigido a la rehabilitación de Alemania, mientras que la política interna se centró en la institucionalización del socialismo para hacer frente a las preocupaciones del público. En general, estos movimientos se oponen Francia y dio lugar a una ruptura entre Gran Bretaña y sus aliados durante la guerra, forzando a Francia a una situación de aislamiento que tendría consecuencias prodigiosas de Europa con el ascenso de Hitler en la década de 1930. La Segunda Guerra Mundial fue una victoria británica, pero dejó a la nación en quiebra e incapaz de prevenir la aparición de la descolonización en los años 1950 y 1960. Aunque los británicos mantuvieron un alto nivel de vida, la economía británica siguió un mal desempeño a lo largo de los años 1960 y 1970. Como reacción, Margaret Thatcher (1979-1990) se propuso terminar el socialismo en Gran Bretaña. Sus actos más espectaculares consiste en una serie continua de los estatutos para desnacionalizar casi todas las industrias que los laboristas habían traído a la propiedad pública durante los últimos 40 años. La promesa de que "vamos a gobernar como el Nuevo Laborismo", aceptó el gobierno de Blair instalado en las elecciones generales en 1997 algunas de las políticas exteriores de Thatcher, pero también llevó a cabo las reformas económicas que prometió en su manifiesto. . Ante ahora con los ataques terroristas que amenazan la vida de los civiles comunes, Gran Bretaña se ha comprometido a trabajar conjuntamente con los Estados Unidos y otras naciones para defender a este ataque a la civilización.